martes, 11 de mayo de 2010

Tengo que aprender a tocar la vigüela

Hace pocos días un amigo me mandó por mail una estrofa(*) del Martín Fierro que el fin de semana pasado, con fernet(**) de por medio, no hubo forma de recordar —un garrón cuando eso pasa—, y como siempre que toco este tema, una vez terminado el mail empecé a hojear(***) el "estrofado" y "materoso" librito (léase poesía gauchesca), obvio. Probablemente ya sea la 133va vez que lo hago, pero quién se fija, quién cuenta —aah, la 26va vez fue mi favorita, sí, era martes, llovía... ay Dios, necesito una vida... ¡ah, no, esperá!, ¡tengo feisbuk!—, nadie se fija, les digo, pero nunca lo leo completo, no así, lo que hago es buscar mis partes preferidas.
Lo que me lleva al motivo —tan esperado, espero— de esta entrada, puesto que acabo de notar que siempre caigo en los mismos lugares.
"¿Tanto lío para esto?", pensarán, "y sí", les contesto, "sí, sí", y paso a dejárselos a continuación (jejeje).

Por un lado tengo esa parte en que Fierro se encuentra con un guardia italiano, en el Capítulo V de "El Gaucho...":

«Jamás me puedo olvidar
lo que esa vez me pasó:
dentrando una noche yo
al fortín, un enganchao,
que estaba medio mamao,
allí me desconoció.

Era un gringo tan bozal,
que nada se le entendía.
¡Quién sabe de ánde sería!
Tal vez no juera cristiano,
pues lo único que decía
es que era pa-­po-­litano.

Estaba de centinela
y por causa del peludo,
verme más claro no pudo
Y esa fué la culpa toda.
El bruto se asustó al ñudo
y fí el pavo de la boda.

Cuando me vido acercar:
"¿Quién vívore?"... preguntó;
"Qué vívoras", dije yo;
"Ha garto", me pegó el grito.
Y yo dije despacito:
"Más lagarto serás vos".»

Y por el otro, mi favorito, el del Capítulo VII, cuando en la fiesta se la agarra con el negro.
Primero le habló a la pareja:

«Riunidos al pericón
tantos amigos hallé,
que alegre de verme entre ellos
esa noche me apedé.

Como nunca, en la ocasion
por peliar me dió la tranca,
y la emprendí con un negro
que trujo una negra en ancas.

Al ver llegar la morena
que no hacía caso de naides
le dije con la mamúa:
"Va... ca... yendo gente al baile".

La negra entendió la cosa
y no tardó en contestarme
mirándomé como a perro:
"Más vaca será su madre".»

...justo antes de agarrárselas con el negro

«Había estao juntando rabia
el moreno dende ajuera;
en lo escuro le brillaban
los ojos como linterna.

Lo conocí retobao,
me acerqué y le dije presto:
"Por... rudo que un hombre sea
nunca se enoja por esto".

Corcovió el de los tamangos
Y creyéndosé muy fijo:
—"Mas porrudo serás vos,
gaucho rotoso", me dijo.»

Jajaja, un cago de risa.
Gracias Peki. Un abrazo, loco.

-----

(*)La estrofa en cuestión se encuentra en la barra lateral, reemplazando a la de costumbre. ¿Lo habían notado? ¿Eh?
Ah, sí, se dice que uno de los requisitos que debe cumplir una obra para ser considerada "clásico" es tener redundancia en el contexto actual. Léanlo y fíjense.

(**)Estoy buscando un plural: ¿Es fernets o fernetes? ¿Fernestss?

(***)Pregunta para la posteridad: ¿se escribe hojear u ojear?, o sea, ¿viene de "hoja" o de "ojo"? :P

5 comentarios:

Analía dijo...

Me parece que estás ojeando una hoja... u hojeando con un ojo... jaja, h/ojearíamos todos...
Buen post

Diego dijo...

Un grosso, el Fierro. Divertido y sabio como pocos.

*** Según la RAE, valen las dos:

-ojear:
1. tr. Mirar a alguna parte.
2. tr. aojar (‖ hacer mal de ojo).
3. tr. Lanzar ojeadas a algo.
4. tr. Mirar superficialmente un texto.

-hojear:
1. tr. Mover o pasar ligeramente las hojas de un libro o de un cuaderno.
2. tr. Pasar las hojas de un libro, leyendo deprisa algunos pasajes.
3. intr. Dicho de un metal: Tener hoja.
4. intr. Dicho de las hojas de un árbol: moverse (‖ menearse).

Nicolás dijo...

Ana: =)

Diego: Jajaja buenisimo!!
Mirá vos, que valen los dos.
Gracias, che.

Saludos

Anónimo dijo...

Encuesta:

Quien es mas grosso?

1.Martin Fierro
2.Martin Palermo

¡Entra y vota! Ver resultados

(sepa disculpar el fanatismo)

Nicolás dijo...

Ay ay, decisiones... no sé loco, jejeje, ya voy a ver por cuál voto.
Es que los dos me dieron tanto!

Y sí, de un fanático a otro, está disculpado.