Ha muerto un gran escritor, aunque sus últimos libros no hayan sido mucho de mi agrado. Lo voy a recordar por el que más me gustó "La caverna". Admirable su personal afrenta contra la iglesia y los dictámenes eclesiásticos, su visceral ateísmo, su vasta austeridad en las palabras. Leerlo era contemplar un desierto casi rulfiano, apenas manchado por alguna plantita soez, un mínimo atisbo de nostalgia y sencillez. Amarillo, sepia, beige, marrón clarito, creo que podrían ser los colores de su literatura. Como escribió Pessoa, acaso el mejor escritor portugués de todos los tiempos, no es necesario vivir, sino navegar. Presiento que Saramago fue un gran navegante, no solo de la vida, sino de la tempestuosa literatura.
2 comentarios:
Ha muerto un gran escritor, aunque sus últimos libros no hayan sido mucho de mi agrado. Lo voy a recordar por el que más me gustó "La caverna". Admirable su personal afrenta contra la iglesia y los dictámenes eclesiásticos, su visceral ateísmo, su vasta austeridad en las palabras. Leerlo era contemplar un desierto casi rulfiano, apenas manchado por alguna plantita soez, un mínimo atisbo de nostalgia y sencillez. Amarillo, sepia, beige, marrón clarito, creo que podrían ser los colores de su literatura. Como escribió Pessoa, acaso el mejor escritor portugués de todos los tiempos, no es necesario vivir, sino navegar. Presiento que Saramago fue un gran navegante, no solo de la vida, sino de la tempestuosa literatura.
Somos dos lectores agradecidos. Perdón, miles de lectores.
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