viernes, 16 de julio de 2010

Sobre olvidos y descuídos (parte 2)

(Luciano, Marcos y Verónica)

—¿Está largo el mate, Marquitos?
—Pará, loco, que lo estoy disfrutando.
—Así que, ¿por qué no pusiste nada?
—Qué se yo. No estuve de humor.
—Bueno, otra razón para hacerlo.
—¿Otra razón? —dice Marcos y le devuelve el mate a Luciano—. Che, está frío. ¿Cómo que otra razón?
—Lo tuviste una semana, ¿Qué esperás?
—Que si se siente mal —Luciano hace un gesto—, bueno, "mal" para decir algo, pero seguro no te cayó muy bien, eh, digo, es una buena oportunidad para algo así.
—Pero, ¿no te estás pasando?
—No creo. Es un año más. Eso se festeja, no importa de qué se trate.
—Sí, eh... —Pausa—. Creo que si no quiere festejarlo, que no lo haga. Además es su espacio.
—Yo creo que sí quiere.
—Che, estoy acá. Preguntenme y listo. —Se ríe—. Me gusta porque los dos se van al carajo solos, sin ayuda de nadie: no lo hice porque en ese momento no tuve ganas. Quise hacerlo, pero lo dejo para más tarde.
—Paso al baño, che.

(Sale Marcos)

—Vero, ¿por qué sentí que hablaban de otra cosa?
—Está un poco suceptible, ¿no?
—No te hagás, vos también.
—¿Sí? Con vos no me pasaba esto... creo.
—¿Creés? —Se ríe—. ¿Le contaste?
—No, nada. Le conté que salí hace unos años con un compañero del secundario, pero creo que no hizo los números.
—Y yo no me acuerdo haberle contado nada. Igual, no es boludo.
—Sí, pero no tiene buena memoria. —Luciano la mira, interrogativo—. Hablando con él, me dí cuenta que ni se acuerda de nuestro aniversario.
—¡Aniversario! Ah, era eso entonces. —Sonríe—. Pero falta todavía. Dos meses, ¿no?
—Sí, ¿cómo sabés? ¡Qué observador!
—¿Qué te dijo?
—Nada directo, pero se confunde los días, o me cambia de tema cuando le pregunto...
—Me parece que estás perseguida. No te preocupes tanto. —Pausa—. No eras tan insegura antes.
—Y vos no eras tan "observador".
—Che, noté el sarcasmo.
—¡Ja ja! Me vas a mandar a la mierda.
—Estoy en eso.

(Vuelve Marcos)

—¿Y? ¿Qué vas a hacer al final con el "festejo"? —dice Marcos.
—Uh, pero están todos re vivos hoy —se ríe Luciano—. Andá a poner la pava, dale, no te hagás el boludo que me enfriaste el mate.


(Continúa)

No hay comentarios.: